"El poema viene a mí y yo lo ayudo a crearse; sólo soy un mero vehículo de transporte que lo lleva al lector"
El veinticinco de Junio de 2013 conocí otra Málaga, la de Jorge Guillén, Dámaso Alonso pero sobre todo, la Málaga de María Victoria Atencia.
Ildefonso, Elena (compañeros de la Asociacion Cultural la Aventura de Escribir) y yo, provistos de libretas, cámara, grabadora, nervios y mucha ilusión llamamos a su puerta. Nos recibió la idolatrada poeta.
Ya dentro de su casa, comenzó la entrevista por llamarla de alguna manera.
María Victoria, respondió con amabilidad a todas nuestras preguntas y en una de ellas añadió: “Estamos entre poetas”. Y fue esa frase, la que hizo que se marchara el ídolo e hizo que se quedara la mujer octogenaria de elegancia burguesa.
Cada uno de nosotros, se trajo un pedacito de ella.
Ildefonso, la presencia del marido (muerto en el 2011) pero muy presente allí mediante fotos, libros, su sillón…
Elena se trajo el concepto más claro, de lo que es ser poeta: un canal, un mensajero, un instrumento que transmite una melodía a los demás, desde la humildad. Si no hay humildad el instrumento se desafína.
Y yo, me quedé con sus inicios.” - María Victoria, ¿cómo fueron sus inicios? ¿Cómo fue ese nacimiento en el mundo de la escritura?"Conocí a un chico que escribía poemas, me gustó. Para impresionarlo comencé a escribirlos, yo también. Nos los intercambiábamos. Ese chico se convirtió en mi marido”.
Lo que iba a durar de quince a treinta minutos, se convirtió en una hora.
El seis de mayo del año presente Maria Victoria, ha sido galardonadonada con el XXIII premio reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
He conocido a la poeta, su casa, parte de su obra pero sobre todo he conocido a la mujer, a la persona.
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