Se sucedieron una a una las lecturas. La vocación por aquello que no se ve, pero que se siente, se plasmó
en las voces de cada poeta, cada compañero; Ana Campi, Lucia Muñoz, Juanita Viruega, Fina Martin, Pepe Guerrero, Juan Jiménez, Elena Larkova, Marta Sarramian, Vicky Fernandez, entre otr@s.
La inspiración se sirve de inspiración, para componer. Como oportunidad y resultado de un nuevo descubrir, una nueva mirada, es este relato, movido a ser escrito tras la experiencia de aquella noche y firmado por Fernando Barranquero Gómez.
(11-07-2014
Nerja, libre reflexión originada al oír el poema de Carmen María,
dedicado
a Rosana, y transformada en un cuento para Claudia)
Poesia eres tu.
Aquella
noche decidí llegar temprano, aun sabiendo que mi musa llegaría mas tarde.
El pizpireto
anochecer de puntillas caminaba, trayendo de la mano a mi querida vieja amiga.
Venía
radiante y plena, y es que la ocasión lo merecía. Una vez más nos volvimos a encontrar,
porque como el cara a cara no hay na. Lo nuestro no es normal, después de
siglos de relación, nuestras miradas aún seguían transmitiendo tantos te
quieros, como estrellas hay en el firmamento.
Todo estaba
preparado, era mi noche, la plaza repleta de personas que vinieron a escucharme
y sentirme.
A ver como
se da la noche, le dije a mi amiga, recibiendo un gesto de apoyo y serenidad
por su parte. Y aunque se pueden contar por millones las ocasiones parecidas,
aun siento ese pellizco de principiante, de nerviosismo por no decepcionar a
los invitados y sobre todo por no decepcionar a mi querida amiga.
Y comenzó
el espectáculo….
Empecé muy
bien, mejor imposible, me vistieron de Benedetti y es que Benedetti nunca
falla, comencé a vibrar, subí, bajé, galopé a lomos de palabras precisas y
preciosas, vacié los pensamientos de los invitados y los llené de mi, transmití
mensajes de amor como en el caso de Juanita, hablé de ella a través de
Marta, me sentí flotar, todo estaba saliendo como tenía previsto; dos niñas me
recitaron en honor a sus madres, el público aplaudía cada intervención mía, era
una noche perfecta, una vez más.
Quisiera
ser el aire que te roza a cada instante…bravo!, seguid así, seguid, siii. Miro
a mi querida amiga y me sonríe al verme feliz.
Acaba de
terminar una señora, venga! rápido! Que suba el siguiente al atril! Seguid!
Oooh, quien
fue el que tuvo la genial ideal de contratar a músicos! Id acabando chicos!
Lo más
bello del sol? La luz de la luna reflejada en tu mirar azul… siiii, así se
hace!, este chico tiene futuro conmigo! Lo has oído amiga?? Ese es para ti!. Ambas sonreímos nuevamente.
Adopté mil
formas diferentes, serví de medio de expresión a numerosas personas, evoqué
sentimientos y deleité siendo recitada de forma casi hipnótico a los presentes.
Así fue transcurriendo la noche, mi noche, una noche perfecta, llena de letras,
palabras y frases. Mi mundo.
Pero hubo
algo que, de repente robó poderosamente mi atención: 7x1:7.
7x1:7?, dijo
literatura con el ceño fruncido, si padre, 7x1:7, contesté yo. No entendí nada,
aquella mujer comenzó a recitarme, pero de una manera extraña, libre, abrupta,
casi irracional, de una forma primitiva y orgánica, sin ninguna de mis formas
reconociblemente establecidas, me sentí muy incómoda. Y después de algunas
palabras más, espetó un 7x2: 14!.
Mi madre,
que se encontraba leyendo un libro en la otra parte del salón, observaba la cara
de asombro de mi padre.
Lit: Semejante atrocidad acabo de
oir, decir todo aquello que dijo y encima en tu nombre, y en tu noche!
Poe: Si padre, me sentí ofendida,
echó por alto lo que hubiese sido una noche
perfecta para mi.
Lit.:¿ Y como reaccionó el público ante
aquel atentado hacia ti?, se sublevaría al menos!!
Poe: no padre, el público
permaneció en silencio, incluso había algunos rostros en los que se apreciaba
verdadera emoción, pude contemplar a un cámara, algunas otras personas, y un de
par de muchachas, de las cuales una de ellas se tapaba la cara para que no la
viesen llorar, Rosana creo que se llamaba.
Lit.: ¿Pero como puede ser posible
eso? Por lo que me dices, aquello que recitaba, que ella sabrá lo que era, no
trataba sobre el desamor, ni sobre un amor imposible, ni el mar, ni tan
siquiera sobre tu amiga luna que estaba allí presente. Que por cierto, que falta
de respeto! Además, su manera de
decirlo, no se ajusta en nada a tu forma de ser, como pudieron emocionarse esas
personas?
Poe.: no lo sé, solo sé que
aquellas palabras pronunciadas por aquella mujer, fueron las únicas palabras de
la noche que hicieron aflorar los sentimientos mas puros y primarios. Aquellas lágrimas
que vi sobre el rostro de algunas personas, me hicieron pensar en qué tipo de
magia usó aquella mujer para envolver las palabras que pronunció.
Padre, no
puedo dejar de pensar en lo que allí ocurrió. Es cierto que a veces me siento
utilizada, que a veces la esencia de mi existencia se desvanece en un sinfín de
palabras superfluas y repetitivas, que a veces solo me juzgan por mi belleza, no
por mi interior, que a veces soy receptora de mensajes sin destinatario, y
otras voy dirigida a personas que me disfrazan de lo que no soy.
Pero, tu
siempre me has encauzado por el camino correcto cuando me he encontrado
perdida, siempre he seguido tus consejos. Aquellas palabras que pronunció
aquella mujer me desafiaron, me dejaron indefensa, insegura de mi misma, puso
en duda hasta mi propia existencia, por un momento quise renunciar a toda la
gloria conseguida y dejar de ser poesía, para poder ser aquello.
Y literatura
miró a su esposa y le dijo: Alma, ¿ qué opinas sobre lo que está viviendo nuestra
hija?
Alma los
contempló con ternura, dejó el libro sobre la mesita, se dirigió hacia ellos y sin
mediar palabra, los abrazó fuertemente.
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